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Revenant Clinic

Bypass Gástrico, una solución efectiva para la obesidad.

El bypass gástrico es un procedimiento quirúrgico bariátrico donde es reducido el tamaño del estómago y cambia la forma en que los alimentos entran y salen del intestino. Como consecuencia, se pierde peso y mejora la salud (disminuyen o desaparecen las enfermedades relacionadas con la obesidad).


¿Cómo funciona?


Se utiliza la curvatura menor del estómago para crear un pequeño reservorio que es unido al intestino delgado. Como resultado, el organismo absorberá menos calorías e hidratos de carbono, ya que los alimentos se saltan la sección grande del estómago y la zona del intestino delgado más cercana al páncreas, que es la causa de la diabetes y donde se absorbe la mayoría de los nutrientes. 

 Se reducen dos elementos:

  • El tamaño útil del estómago (una pequeña porción queda en uso).

  • La parte inicial del intestino delgado (conocida como duodeno).

  Efectos:

  • Reducir la asimilación de alimentos ingeridos, estar saciados con menos cantidad de alimento (el estómago más pequeño se llena antes).

  • Disminuir la producción de insulina por el páncreas.

  • Disminuir la síntesis de Grhelina, la hormona del hambre. El paciente, además de perder peso, con éxito, aumenta las posibilidades de mantenerlo a largo plazo al reducir el apetito y la absorción de calorías.



¿Qué tan efectivo es el bypass gástrico en la pérdida de peso?



Es uno de los procedimientos más efectivos para perder peso. La mayoría de los pacientes pierden entre el 50% y el 70% de su peso corporal excesivo en el primer año después del procedimiento y se mantiene un peso constante durante 5 años aproximadamente.

La pérdida de peso es variable y depende de la conducta del paciente después de la intervención, siendo totalmente indispensables un adecuado régimen complementario dietético y de actividad física. Si el paciente no sigue el régimen de dieta y ejercicios que recomiende el médico podría recuperar parte del peso perdido.


¿Quiénes son candidatos?


  • Cuando el IMC es igual a 40 kg/m² o superior.

  • Cuando el IMC es superior a 35 kg/m² y existen enfermedades asociadas como diabetes, hipertensión o apnea del sueño, etc. 

  • Cuando otras técnicas para perder peso no tuvieron resultado.

  • Para aquellas personas que han hecho dieta y ejercicios y no han podido reducir el peso y mejorar las condiciones de salud. 


BENEFICIOS

RIESGOS

Pérdida de peso, sostenido y duradero en el tiempo

Puede haber deficiencias nutricionales por la reducción en la absorción de vitaminas y minerales en el intestino. Se requiere tomar suplementos minerales y multivitamínicos de por vida 

Reducción del colesterol y triglicéridos. Disminuye el riesgo a enfermedad cardiovascular


Mejora o se normaliza la presión arterial

Si no se mantienen los nuevos hábitos alimenticios y de actividad física, en el transcurso de los años, se puede recuperar el peso perdido

Mejora el nivel de azúcar en sangre. Mas del 50% de los pacientes con diabetes tipo 2 dejarán el consumo de los fármacos


Mejoran los problemas al dormir relacionados a la apnea del sueño


Disminuye el riesgo de enfermedades tromboembólicas


Mejoran los problemas respiratorios


Disminuye el dolor en espalda y articulaciones consecuencia del sobrepeso


Mejora la calidad de vida y autoestima del paciente





Generalidades del procedimiento

La cirugía es realizada por el gastroenterólogo bajo anestesia general y en promedio demora 2 horas. Los primeros años se realizó mediante cirugía abierta, sin embargo, en la actualidad se utiliza casi exclusivamente la técnica laparoscópica, siendo mínimamente invasiva, donde se usan 4 a 6 cortes pequeños en el abdomen, por donde se introducen las herramientas quirúrgicas.


Durante la recuperación es importante seguir las siguientes recomendaciones


El periodo de recuperación es breve y el paciente puede reanudar sus actividades en tiempos cortos.

  • En los primeros días de la cirugía, se debe llevar dieta líquida y gradualmente, se evoluciona a alimentos más cremosos o sólidos.  Es muy importante seguir la dieta indicada por el nutricionista, la cuál va cambiando a lo largo de las semanas.

  • Tomar los suplementos vitamínicos indicados por el médico y medicamentos inhibidores de la producción de ácido antes de las comidas, para proteger el estómago. 

  • Las comidas se deberán ingerir en porciones pequeñas y de forma lenta para evitar vómitos, mareos o diarrea.

  • Mantener el cuerpo hidratado, con las proporciones recomendadas por el médico.

  • No realizar esfuerzos y evitar conducir las primeras 6 semanas de la cirugía.

  • Para evitar la formación de coágulos en las piernas, hacer pequeñas caminatas cada hora.

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