El síndrome metabólico es un grupo de cinco factores de riesgo que pueden causar un ataque cardiaco, enfermedad arterial coronaria, diabetes tipo 2, derrame cerebral y otros problemas de salud. En la actualidad es cada vez más frecuente en los adultos, sin embargo, cambios radicales en el estilo de vida pueden demorar o incluso evitar la aparición de estos problemas de salud.
Se diagnostica cuando alguien presenta tres o más de las siguientes afecciones:
Hiperglucemia (altos niveles de azúcar en la sangre).
Bajos niveles de colesterol HDL, mejor conocido como colesterol bueno porque ayuda a eliminar grasa en las arterias.
Altos niveles de triglicéridos, un tipo de grasa que se encuentra en la sangre.
Circunferencia grande de la cintura o cuerpo en “forma de manzana” también llamada obesidad abdominal. Tener demasiada grasa alrededor de la cintura es un factor que incrementa el riesgo para enfermedades del corazón que acumular demasiada grasa en otras partes del cuerpo.
Hipertensión (presión arterial alta). Si se mantiene elevada en el tiempo, puede dañar el corazón.
¿Quién está en riesgo de padecer síndrome metabólico?
Aunque algunas personas son naturalmente propensas a desarrollar síndrome metabólico, otras lo padecen como resultado de su estilo de vida. Algunos factores que aumentan el riesgo son:
Obesidad/sobrepeso. Sobre todo, el exceso de grasa alrededor del estómago.
Estilo de vida sedentario.
Resistencia a la insulina, como diabetes o hiperinsulinemia.
Mujeres con síndrome de ovario poliquístico.
Grupos raciales/étnicos. Los mexicoamericanos tienen la tasa más alta, seguidos por los blancos y los afroamericanos.
Edad. El riesgo aumenta con la edad.
Inflamación en todo el cuerpo.
Genética familiar. Los investigadores creen que el síndrome metabólico se transmite en los genes de una familia, de una generación a la siguiente.
¿Qué tratamientos existen para el síndrome metabólico?
Puesto que el síndrome metabólico es un estado inflamatorio crónico, el tratamiento se inicia abordando las afecciones subyacentes. Por lo tanto, si el paciente tiene diabetes, hiperinsulinemia, colesterol alto o presión arterial alta, debe ponerse en manos de un médico para controlar estas enfermedades.
Seguido de ello, el manejo efectivo para prevenir o controlar el síndrome metabólico es adquirir un estilo de vida saludable, como el siguiente:
Comer mejor. Adoptar una dieta rica en frutas, verduras, granos enteros, pollo sin piel, pescado, nueces, carne magra y proteína vegetal. Limitar el consumo de alimentos procesados, grasas saturadas y trans, carne roja, sodio y azúcares añadidos.
Dejar de fumar o no hacerlo nunca.
Estar activo. Comenzar con al menos 10 minutos diarios de actividad física moderada-intensa. Caminar es la actividad más fácil para empezar.
Bajar de peso. Combinar una alimentación sana con el ejercicio para lograr y mantener un peso saludable.
Trabajar con un equipo de atención médica para monitorear y controlar azúcar en la sangre, colesterol y presión arterial.
Requerir el apoyo de un especialista en Nutrición para aprender nuevos hábitos alimenticios y de un especialista en Psicología para adherirse de manera mas eficiente al plan nutricional.
¿Dónde se puede tratar?
Los especialistas de Revenant Clinic, a través de los años, experiencia y estudios han desarrollado una visión integral que ha permitido brindar la mejor asistencia a los pacientes que padecen de un diagnóstico difícil o con enfermedades de carácter hospitalario.
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